Ya habían llegado. Ella bajó de la moto y se quitó el casco, coqueta y espectante.
Él le siguió y quedaron así, uno frente a otro... Ella intentaba parecer tranquila, así que en ningún momento trató de desviar la mirada de sus ojos.
Todo aquello se podía calificar de incierto, enigmático, o incluso teatral, pero en ningún momento incómodo.
No obstante, ella no podía parar de acariciar su fular. Los dos se miraban. Los dos en silencio. Él se percató.
Él estiró de un extremo del fular, que se deslizó hasta abandonar por completo el cuello.
- ¡Eh!, ¿Qué haces?
Calló.Estiró el fular, lo puso alrededor de los ojos, dejándola sin visión. Lo ató con delicadeza.
Aunque ella no pudiera verlo, él le dedicó su mejor sonrisa.
Ella dijo:
-Sé lo que vas a hacer. Ahora que hemos llegado vas a dejarme aquí y te vas a ir sin avisarme.
Él soltó una carcajada.
-No seas tonta.
Silencio. Ella buscaba con las manos sus dedos, para no dejarle marchar. Él se moría de ganas de todo.
-Simplemente es que si continúas mirándome con esos ojos no me va a quedar más remedio que darte un beso.
Ella se puso roja, magenta, tomate, sus mofletes se convirtieron en los centros de dos banderas de Japón. Pero era pícara, y no iba a derretirse al instante.
-¿Y cómo funciona tu plan?
-No muy bien.
-Déjame ayudarte.
Soltó las manos, las levantó y buscó el nudo tras su cabeza. A tientas, dio un suave estirón al nudo que él había preparado y continuó mirando.
Él recorría su larga melena rubia, su cuello, el lóbulo de su oreja. Estaban cerca, muy cerca.
Aquel momento era penetrante, parecía que estaban los dados echados, y sin embargo ella desvió la mirada hacia abajo.
Él perplejo, se quedó de piedra mientras comprobaba cómo ella agarraba sus manos e inmovilizaba las muñecas de él mediante un precioso lazo...
-Simplemente es que si continúas acariciándome con esas manos no me va a quedar más remedio que permitir que me des un beso.
-¿Y cómo funciona tu plan?
-Realmente mal.
-Déjame que te ayude- y el lazo se deshizo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario