14.7.11

cry, baby, cry

Todos odiamos esa espinita de no saber qué hacer. 
Yo, personalmente, odio los momentos en que me encuentro sola con mi música, con esa canción, nuestra canción. Cuando la única compañía que tengo es la de un cigarro y un teléfono que no suena. 
Odio ese momento en que te das cuenta de que lo que te queda al final es la lágrima que notas en tu mejilla y el Rimmel empastrado. Odio la sensación de descontrol sobre el desastre.
No me gusta la soledad, no me gusta la impotencia y no me gusta cómo soy cuando acabo así.
No me gusta saber que no me merezco estas situaciones, no me las he ganado a pulso, no han sido mi culpa, pero soy el daño colateral  de los destrozos del universo.



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Carmen.

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