No necesito gran cosa para escribir. Ni estos sillones, ni ventanales, no necesitaría ni inspiración ni esas ideas relámpago que aparecen hechas a medida y rellenan folios de palabras profundas. Ni si quiera tengo las ideas claras. Simplemente dame una canción y un soporte y te impregnaré de mi experiencia. Dame una imagen y la rellenaré de reflexiones. Dame una idea que nunca muera y la guardaré y cuidaré hasta que se apodere de mis actos. Dame un espejo para ver que no me reconozco. Dame un miedo para superarlo. Dame una mano que agarrar y ofreceré la mía. Dame tiempo y lo absorberé, el tiempo dirá si fue en vano. Dame un presente para escribir mis obsesiones. Para escribir melodías enteras de pensamientos irrelevantes, sentimientos de culpa y añoranza.
Dame todo eso y, si quieres saber quién soy, sólo te pediré un mente abierta a escuchar.
Carmen
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